jueves, 29 de abril de 2010

Las tres aristas del placer

Simplemente morderte es un delirio, saborearte es un placer y tenerte es un regocijo para esto que intentamos llamar amor.


¿Qué podría hacer sin ti?


Sin sentir las yemas de tus dedos recorriendo mi cuerpo como si de un conquistador se tratate. Sin sentir tus labios tocando cada recondito lugar de mi cuerpo. Sin sentir como tu lengua saborea mi mejilla o sin sentir como muerdes levemente mi cuerpo provocando espasmos.

Estoy frente a ti como si de Eva y Adán se tratase. La tenúe luz inunda aquella habitación y es gracias al farol de la calle que nuestra habitación está iluminada, miro tus ojos y quedo hipnotizada.

Lentamente prendo una, dos y tres velas para poder ver claramente las facciones de tu cara. La línea que forma tu mandibula, la forma redonda de tus ojos y tu nariz que me hipnotiza al sentirla en mi cuello. Mis manos se dirigen a tí y sin previo aviso toco tus labios en lo que parte como un dulce y lento beso a lo que será algo apasionado y desnfrenado. Nos separamos y nuestros cuerpos se han amoldado como si de un rompecabeza se tratara.
Y al ver en tus ojos ese dejo de placer, no puedo evitar mirar tu cara, tu cuello y morder levemente el lóbulo de tu oreja

[Gimes]

Al sentir aquél sonido, no puedo evitar sentir como mi cara se colorea de placer, el saber que lo disfrutas es mi más grande placer. Saboreo tu cuerpo con calma, no con la anterior urgencia del beso, sino que lo hago lentamente, como si de una tortura se tratara.

Tu torso

Tus piernas

Tus labios

Tus manos y hasta tus pies lo saboreo

[Tu gimes nuevamente con más impetu]

Al ver tu mirada no puedo evitar sentir que estas totalmente listo, qué va... has nacido listo, has nacido para verme de esa forma y sentir aquél placer. Mi mano se posa en tu sexo y lo acaricio como si de un objeto preciado se tratara.
Arriba
Abajo
Y en el momento en que unimos nuestros cuerpos calzamos justo, somo el uno para el otro. Tu cuerpo dentro mío y mi boca gimiendo tu nombre
[No me importan los vecinos]
[No me importa nada]

Y es que con aquella última embestida, siento llegar al cielo que juntos como siempre llegamos
Nos miramos y te abrazo
Me proteges y caemos juntos a un ensueño dominado por Morfeo

[Todo lo hacíamos por ¿Solo placer?]

No, el placer no sólo tiene tres aristas, sino que además tiene un centro y es lo que me unió a tí...

...Amor

No hay comentarios: