martes, 29 de septiembre de 2009

No te muevas [Hetalia x Yaoi]

Summary: Alfred F. Jones, no es un país como los otros. Es un país dinámico, alegre y bastante entusiasma, pero hoy no está así. ¿Por qué será? Descúbrelo a continuación.

Advertencia: Este Fanfic no tiene relación con ningún país existente, armada u otra cosa. No está hecho con fines de lucro, sólo sacar a relucir mi retorcida mente. Este manga y anime no me pertenece, ni si quiera la luz con que funciona mi computador, que lo pagan mis papás en las mensualidades de la Universidad.

Dedicado a Xan y a mis lector@s

NO TE MUEVAS

Capítulo Único

By Meems Asakura

Alfred F. Jones, no es un país como los otros. Es un país dinámico, alegre y bastante entusiasma, pero hoy no está así. ¿Por qué será?... puede ser que la ausencia de su mentor y profesor de casi toda su vida no se encuentre. Nosotros los lectores no tenemos ni idea, por lo mismo veremos en el interior de su cabeza.

Maldito Arthur, tener que sentirse mal justo cuando hay una fiesta tan grande. ¿A quién molestare?

Bah, Matthew ya no se puede molestar desde su compromiso con Chiel que ni siquiera se preocupa de su lindo y hermoso hermanito. Iván, Yao y Francis están en ese juego de la botella, pero no puedo jugarlo si no está Arthur, realmente todo se torna aburrido.

- América-san… ¿Por qué no juegas? – Feliciano me miraba con esa estúpida sonrisa que atontaba a todo pueblo alemán y su aliento a pasta me impregnaba.

- Es que no me gusta ese juego – Le digo de manera seca y brusca, casi tanto como Arthur me estuviera poseyendo.

Y ahí vamos otra vez. Arthur… Arthur… ¿Arthur?... ¡Arthur! Rayos, no pensé que dejarlo en el departamento me haría tanta falta.

No debí haber venido… puaj estoy tan molesto porque no está ese estúpido.

Mejor me voy.

- Hermano… ¿Ya te vas? – Matthew vio cuando me pare, quería irme y estaba hasta enojado por eso.

- Si, Arthur está enfermo y no sé que le pasará si no lo cuidan. Nos vemos después – Mi hermano entendió mi preocupación y enojo.

Bueno por lo menos ya era bastante tarde y Arthur no me molestaría por llegar temprano al departamento.

- Está bien cuídate – Al salir de la fiesta sentí como el aire frío se pegaba a mi cuerpo, no había venido con auto y no había traído dinero para la locomoción.

¡Rayos!

Me tendré que ir caminando, nunca había odiado tanto a Arthur.

Camine por media hora y las luces de mi edificio me sonreía, la luz de nuestro departamento estaba levemente encendida; tal vez la televisión, el computador o la lámpara.

Mi corbata estaba totalmente aflojada de mi cuello y todo mi pelo estaba desarreglado. Lo único común en mí, era ese mechón tan característico que a Arthur le encanta, eso me recordó que una buena idea que se cruzaba por mi mente en la mañana la podía realizar ahora.

La llave como siempre calzo, me saque el saco y terminé por sacar mi corbata y me dirigí a nuestra habitación.

Al llegar me encontré con un inglés totalmente desnudo tocando su miembro con mucha urgencia.

Una sonrisa lasciva se cruzo por mi mente y me acerque silenciosamente a Arthur.

Su boca entreabierta me ayudo para adentrar mi lengua en el momento en que lo besé, realmente era deliciosa su boca.

Un gemido se escapo por su boca que fue absorbido totalmente por mi lengua.

En el momento que nos separamos ya estaba sin zapatos y encima de ti, mirándote como siempre lo hacía.

- Alfred… no pensé que llegarías tan temprano – Arthur saco la mano de su miembro y me acerco con su mano en mi cintura.

- No te preocupes… te vengo a salvar - Lo bese nuevamente de manera posesiva, mi lengua estaba ansiosa de entrar a tu boca y mis manos inquietantes de sentirte cuerpo y cuerpo.

Con mi ayuda me sacaste la camisa y baje desde tu boca hasta tu abdomen dejando un suave y dulce recorrido de besos.

Mi lengua también participaba y mis dientes rozaban tus partes sensibles.

Me encanta sentir como te retuerces de placer bajo mis caricias.

- Alfreeeed… me encanta eso – Mi mano estaba en tu muslo interior y mi boca tocaba con suaves besos tu miembro, cortos y precisos.

Te hacían retorcer de placer.

- Cuando necesites de esto, avísame. Soy tu héroe – Mi boca estaba cerca de tu oreja, una mordida en tu lóbulo fue suficiente para que un gran sonrojo se posesionara en tus mejillas.

- Ohh… por Dios – Arthur aún estaba a mi merced y comenzaron sus espasmos al sentir como mi lengua y boca hacían caricias que sus gemidos fueran cada vez más fuertes y más excitantes para mí.

- ¿Te gusta eh? – Mi ego y mi placer crecía cada vez más.

- Aaaaalfred – Gritaste en el momento preciso en donde tu esencia llenaba completamente mi boca, eras realmente sabroso.

Te mire...como estabas exhausto, tal vez no seguiría. Ya estabas conmigo y eso era lo importante. Agarre las sábanas y tape nuestros desnudos cuerpos y te abrasé.

El gran Morfeo te dominó y luego fui yo el que cayó ante sus pies. Creo que nunca más saldría si tenía todo un imperio abandonado y necesitado de su héroe.

Corto...muy corto diría yo, pero bueno fue una cosa fugaz que salió. Saludos a todos.

Meems

PD: No me maten..si querían más o si no les gusto.

5 l-s.

- Arthur… apúrate, Miyako-chan ya está sirviendo todo. Si no te apresuras me lo comeré todo – Dijo Alfred mientras sacaba un pedazo de tocino de un bandeja de plata que estaba en la mesa.

El inglés con mucho decoro y tranquilidad se sentó y espero que la jovencita de cabello negro llegara a la mesa con una bandeja y le sirviera té.

- ¡Hola! – Saludo Alfred mientras miraba a la jovencita de arriba hacia abajo, era demasiado bonita ella.

- Hola, Alfred-sama – Dijo la jovencita mientras hacía una reverencia al joven.

- Arthur…estoy celoso, tú tienes a puras mujeres en tu casa. Yo tengo solo a hombres, aparte de amables, son bonitas – Dijo Alfred mientras miraba sin decoro a la jovencita, haciendo que ella se sonrojara excesivamente.

- Yo simplemente espero a gente que sea eficiente – Dijo Arthur mientras se servía un “Fish and Chips”.

- Exactamente – Dijo la jovencita mientras veía como su amo comía el plato que había preparado.

- Perfecto, es deliciosa esta comida, Elizabeth – Dijo Arthur mientras le sonreía a la sirvienta.

- Que bueno, Señor Arthur. Con su permiso – Dijo la jovencita mientras hacía una reverencia hacia el inglés y se retiraba.

Cuando ya se encontraban los dos completamente solos Alfred salió de su asombro para poder comenzar a hablar.

- ¿De dónde la sacaste? – Preguntó el más joven mientras le golpeaba el codo a Arthur.

- ¿Quién?- Dijo mientras cortaba una papa y la introducía a su boca.

- Elizabeth – Dijo Alfred – Es perfecta, bonita, cocina para ti, te ama ella. ¿Son novios? – Preguntó Alfred acercándose al cejudo.

Arthur se sorprendió de la pregunta que le formulaba el estadounidense, estaba totalmente atónito.

- Por favor Alfred, es una sirviente muy buena, nada más – Dijo mirando estupefacto.

- Buena sirvienta, mi capital. Por favor está enamorada de ti –

- Mentira, aparte ella no me gusta – Dijo Arthur corriendo la cara para mirar otra parte. Por suerte ya había terminado de comer.

- Que mal, si tuviera una sirvienta tan bonita que me amara. Estoy seguro que me gustaría – Dijo Alfred mientras se sentaba hacia atrás, dejando sus pies apoyados en la mesa.

- Bueno no me interesa, ¿Te falta mucho para terminar? – Preguntó mientras veía que en la mesa todas las bandejas de plata que estaban con comida estaban totalmente vacías.

- No, ya termine – Dijo mientras se paraba.- Voy a ir a mi habitación… ¿Una pregunta no la has tocado verdad? -

- No podría Miyako-san siempre ha dejado tu pieza tal cual la dejaste cuando te independizaste. Tú sabes que ella te quiere mucho – Dijo Arthur mientras subía junto Alfred las escaleras.

- Es verdad, yo venía por una cosa – Dijo Alfred.

- ¿Qué cosa?-

- Hace mucho tiempo que no juego ¿Vamos a jugar Bádminton? –

- Pero ya está oscuro –

- No importa, seremos solo los dos – Dijo Alfred mientras volvía a recordar como jugaba cuando era pequeño.

- Esta bien, voy a buscar mi equipo y vamos –

- No te preocupes, si no soy tan bueno. Aparte después te vas a duchar ¿no? –

- Está bien, pero ¿Las raquetas? –

- Yo las voy a buscar…-

- Bueno, te espero en la cancha – Dijo Arthur, le daba risa lo influenciable que era con ese mocoso.

Arthur estaba en la cancha de bádminton; y comenzó a escuchar una dulce canción.

Everywhere I turn, I hurt someone

But there's nothing I can say to change

The things I've done

Of all the things I hid from you

I cannot hide the shame

And I pray someone, something will come

to take away the pain5

Arthur estaba intrigado, se dirigió a la sala de grabación y entro por la puerta del jardín, intentó no hacer ruido, no quería dejar de escuchar esa melodiosa voz.

There's no way out of this dark place

No hope, no future

I know I can't be free

But I can't see another way

I can't face another day5

Arthur vio cómo los sentimientos del rubio se iban transmitiendo a través de su melodiosa voz.

Tell me where, did I go wrong

Everyone I loved, they're all gone

I'd do everything differently

but I can't turn back the time

There's no shelter from the storm

inside of me

Alfred se sentía tan bien cantando, sentía que sus sentimientos afloraban. Abrió sus ojos y se asustó al ver a Arthur mirándolo profundamente.

- Lo siento Arthur- Dijo Alfred dejando a un lado la guitarra del inglés.

- No, no, continúa. No sabía que tocabas la guitarra –

- Bueno me enseño Miyako-chan –

- ¿Miyako? –

- Si, cuando tú salías a jugar Bádminton, ella me enseñaba después de que aprendiera la lección de violín – Dijo Alfred.

- Nunca lo pensé –

- Mal, pero sabes no encontré las raquetas de Bádminton, por eso me puse a tocar esta guitarra – Dijo el de lentes.

- ¿Entonces vamos a ir a jugar? – Preguntó Arthur

- Porque mejor nos sentamos a conversar, hay algo que te quiero decir – Dijo el de lentes mientras se sonrojaba.

Las luces del lugar estaban totalmente apagadas, y lograban ver simplemente los ojos del otro por la luz de la luna. Alfred mientras cantaba la canción, logró entender todo lo que sentía, él porque de sus sueños y porque ese lugar el cual encontraba tan distante cada vez que estaba en él se sentía en casa.

Alfred se acerco hacia donde estaba Arthur, este sentía que el mocoso estaba demasiado cerca de él. Peligrosamente cerca.

Por instinto se alejo del Norteamérica hasta llegar a la pared, sin momento de reaccionar que el más joven leyó sus movimientos y lo encerró entre sus brazos. Donde misteriosamente se sentía bastante más cómodo.

- ¿Qué haces Alfred? – Preguntó el rockero mientras veía como el de lentes se los sacaba para estar más cerca de él.

- Simplemente hago lo que siento – Arthur sentía el aliento de él, era delicioso y tortuoso. Como si hubiera algo mejor que aquél néctar.

En un instante dejo de pensar Arthur, ya que la varonil sustancia que envolvía al más joven le había ganado, embriagándolo como uno de los mejores licores. Sintió que algo se llenaba al sentir como sus labios se unían dulcemente junto con los de él.

Era embriagante, delicioso y tortuoso, precioso. Exquisito, no quería dejar de sentir aquello.

Nunca

Jamás

Sentía que sus piernas estaban más débiles de lo común, necesitaba algún agarre, algo que lo sujetara. Instintivamente se agarro de su cuello. Ese dulce y tímido movimiento del tsundere6 hizo que él beso de los dos se hiciera aún más profundo. Probando las dulces lenguas de los dos las cavidades más profundas de los dos.

Era una experiencia nueva para los dos.

Para el jovencito, era su primer amor.

Para el mayor, era su primer beso.

¿Eso era posible?

Al Parecer sí.

Arthur no entendía nada, solo sentía. Se estaban besando, promulgando un amor que nunca creyó que existiera. Era su amor. Era un hombre. ¡Un hombre! Arthur al caer en cuenta de aquello empujo fuertemente a l independizado.

- ¿Qué te pasa? – Pregunto Alfred, se sentía en los cielos y el empujón, lo hizo sentir que volvía a la cruda realidad.

- No es correcto – Dijo el inglés tapando su boca con su mano.

- ¡Al diablo con eso Arthur! ¡Te amo! Y eso es lo importa – Estaba totalmente sonrojado el vaquero.

- Pero soy hombre. Tienes que tener una novia. Una mujer, no puedes estar conmigo, esto está mal, no es correcto –

- y… ¿Tú crees que yo siento esto porque es correcto? Realmente eres un Baka – Toco la barbilla del cejudo.

Arthur sentía cada uno de los delgados dedos del vaquero y sentía como algo le faltaba.

- Pero ¡No es correcto! –

- ¡Y eso es una barbaridad! ¿Te gusta esto no? – El vaquero toco los labios del pirata y este emitió un sonoro gemido.

- Pero no es correcto – Dijo casi en un suspiro el cejudo.

- Y eso no me interesa, lo único que sé es que te amo con todo mi corazón y no pienso esconderlo. Entiende, has sido mi mentor, me has enseñado todo lo que se. Eres perfecto, no me importa tu comida. Entiende que para mi eres el mejor del mundo. – Terminó besando su confesión, estaba demasiado avergonzado para volver a mirar al inglés.

Arthur no entendía, sabía que el tacto era delicioso, que se sentía muy bien en los brazos de él. Pero había algo que le decía que continuara. Que se dejara amar por alguna vez en la vida.

¿Qué amara?

Tal vez sería hora de probar y dejar de tener tanto miedo a sufrir y tanto pavor a ir contra las reglas. Que importaba que no fuera correcto, se sentía bien. Completo y lleno.

1: Bádminton: Deporte realizado en Inglaterra por los nobles; para una visión más grafica es una mezcla entre voleibol y tenis.

2: Parte de “Súper Massive Black Hole” del Grupo Británico Muse.

3: Carr’s: Son galletas de agua, que sirven para acompañar los tés dulces. Las venden en Inglaterra como aquí (Chile) venden las Soda.

4: Parte inicial de la canción “Viva la Vida” del Grupo Británico Coldplay. Encuentro que es una de las mejores canciones para describir a Arthur jajá.

5: Parte inicial de la canción “No way out” de Phil Collins. En la película “Brother Bear” (Tierra de Osos)

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