sábado, 26 de noviembre de 2011

Going under...

Algunas veces me gustaría caer abajo y no escuchar nada, no ver nada y que simplemente la soledad me abrace. Olvidar quién soy, como soy y aún más si alguien me ama o no. La inmadurez duele, pero duele mucho más saber que nadie puede ayudar a curar este corazón dolido y sangrante que intenta vibrar cada vez que el cuerpo le pide…

“Sangre por todas partes, eso es todo lo que veo
¿Donde estás tú en estos momentos?
No lo sé… tampoco lo quiero saber
Tan solo quiero saber si alguna vez podrás mirar mis ojos
y expresar algo que no sea miedo o frialdad.

Me duele tu frialdad…
me duele tu indiferencia
me duele ver como tu cuerpo me rechaza
y ver como la sangre gotea gracias a ti

¿Qué haré el día que no estés aquí?
¿Seguiré sangrando?
¿Miraré como tu cuerpo lánguido descansa junto al mío?

No me gusta ver como mis lágrimas se tiñen de rojo al sentir tu presencia… pero te necesito
Te necesito a tí pequeña daga de dolor…”